Actualmente existen problemas climáticos más que evidentes que están impactando en la sociedad y se han captado la preocupación de las administraciones y gobiernos. El aumento del nivel del mar, la pérdida de la biodiversidad y el archiconocido “cambio climático” están impactando ya en los países.
El principal contribuyente de estos impactos se atribuye a la dependencia de los combustibles fósiles para la energía. Es decir, la emisión de dióxido de carbono que se deriva del uso de estos combustibles se ha convertido en un problema cada vez más complejo.
Las energías renovables parecen ser la respuesta a una enfermedad cuyo paciente es la tierra y que con el uso de la Inteligencia Artificial puede darle la cura que necesita.
La IA y la energía renovable: un tándem para salvar al mundo
El uso de la Inteligencia Artificial se expande por todos los sectores y la industria energética no es una excepción. El poder de los algoritmos de Inteligencia Artificial a la hora de analizar cantidades de datos, sensores, pronósticos y otras fuentes es difícil hasta de imaginar. Así, a modo de ejemplo, por medio de la Inteligencia Artificial se pueden predecir patrones de viento y hacer que el paso de las palas de los aerogeneradores se ajuste para lograr la producción de energía máxima posible.
El consumo de energía en la actualidad tiene como objetivo lograr la optimización. La expansión de la economía global y de la población ha provocado una demanda de energía que no para de aumentar exponencialmente. La Inteligencia Artificial en la energía renovable es fundamental para conseguir un desarrollo sostenible, eficiente y que sirva de impulso a un sector energético de un color verde más intenso.
El calor, el viento y la sequía controlados por la IA
Los riesgos derivados del clima tienen un mayor control como consecuencia del potencial de la Inteligencia Artificial. En este sentido, la monitorización del rendimiento de los sistemas de energía renovable contribuye a un mejor mantenimiento preventivo o incluso a iniciar apagados de forma automática.
Además, otra de las ventajas de la IA en la energía renovable es la posibilidad de distribución de la energía de aquellas áreas más abundantes a las regiones con déficits. De esta forma, se consigue que nada pare el suministro de energía como consecuencia de la maximización de la eficiencia energética.
La IA generativa puede ser respetuosa con el medio ambiente
La Inteligencia Artificial en sí, también requiere el consumo de elevadas cantidades de energía, por lo que, supone un problema a nivel ecológico. Ahora bien, puede lograrse que estos sistemas sean más ecológicos mediante la optimización de algoritmos, el empleo de un hardware que sea eficiente a nivel energético y empleando las energías renovables como fuente de alimentación de la infraestructura de Inteligencia Artificial.
La IA y las energías renovables: ¿Los héroes del mundo?
La integración de la Inteligencia Artificial en el sector de las energías renovables ofrece una prometedora solución para abordar los desafíos ambientales y energéticos que enfrenta la humanidad en la actualidad. Al aprovechar la capacidad de la Inteligencia Artificial para optimizar la producción, distribución y consumo de energía, se pueden mitigar los impactos negativos asociados con la dependencia de los combustibles fósiles y el aumento de las emisiones de carbono.
A través de la combinación de tecnologías limpias y sistemas inteligentes, se abre la puerta a un futuro donde la generación de energía sea más eficiente, sostenible y respetuosa con el medio ambiente. La colaboración entre la Inteligencia Artificial y las energías renovables no solo representa un avance tecnológico significativo, sino también una esperanza tangible para preservar nuestro planeta para las generaciones venideras.