Frida Kahlo es una de las figuras más destacadas en la cultura contemporánea y el movimiento feminista. La artista es reconocida por sus famosos autorretratos en los que plasmó su dolor físico y emocional tras el accidente que marcó su vida. Su legado continúa inspirando a personas en todo el mundo.
La trágica vida de la artista
El nombre completo de la artista es Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, no fue hasta años más tarde que se le conoció como Frida Kahlo. Nació el 6 de Julio de 1907 en Coyoacán, Ciudad de México, en una casa conocida como Casa Azul que actualmente es un museo sobre la vida y obra de la artista.
Proveniente de una familia numerosa, tenía con cinco hermanas mayores y un hermano menor que falleció a los pocos días después de nacer, además de una hermana menor, Cristina, que fue una pieza clave en su posterior relación con Diego Rivera.
Desde pequeña, Kahlo estuvo rodeada de médicos y cirugías debido a una enfermedad que afectaba su movilidad, su pierna derecha era considerablemente más delgada que la izquierda, lo que le causaba dificultades al andar. Sin embargo, el accidente que marcó su vida ocurrió años más tarde, cuando el camión en el que viajaba fue impactado por un tranvía, dejando el vehículo completamente destrozado. En el accidente, Frida sufrió fracturas en tres partes de la columna vertebral, así como en las costillas, la pelvis e incluso su pierna derecha, que se fracturó en once partes.
El gran impacto que sufrió dejó huellas imborrables en su vida, forzándola a pasar largos periodos en soledad, confinada a su cama. Su madre, para ayudarle a pasar el tiempo y sobrellevar el dolor, instaló un espejo sobre la cama para que Frida pudiera verse a sí misma y pintar los conocidos autorretratos. Así surgió una de las frases más icónicas de la artista: “Me pinto a mí misma porque soy a quien mejor me conozco”.
En lo que respecta al amor, Frida tampoco fue fácil, pero sí intensa. Mantuvo una relación de amor-odio con Diego Rivera, un famoso muralista al que admiraba profundamente. El mismo día de su boda, Frida soportó diversas humillaciones por parte de la exmujer del muralista y acabó en el suelo tras intentar detener a Diego por estar tirando balas al aire con un rifle en un estado de embriaguez. Además, el matrimonio se caracterizó por la multitud de infidelidades por ambas partes, entre los que se encontraba hasta su propia hermana Cristina. Como ella misma dijo, “Yo sufrí dos accidentes graves en mi vida: uno es del tranvía, el otro es Diego. Diego fue el peor de todos”.
En sus últimos años de vida, la salud de la artista se había deteriorado significativamente tras décadas de dolor. Finalmente, falleció el 13 de Julio de 1954 a la edad de 47 años.
Salto a la fama
Frida Kahlo dejó un gran legado artístico, creando un total de 143 obras a lo largo de su vida, de las cuales 55 son autorretratos. Estas obras no solo capturan su imagen física, sino que también narran la historia de su vida, compartiendo sus experiencias más íntimas, sus dolores, creencias y pasiones.
Gracias a su relación con Diego Rivera, Kahlo tuvo la oportunidad de conocer a figuras del mundo artístico, como André Breton que le brindó la oportunidad de exhibir su trabajo en exposiciones tanto en Nueva York como en París.
Tras su fallecimiento, las obras de Kahlo adquirieron una relevancia mucho mayor, su trabajo comenzó a ser reconocido más allá de las fronteras nacionales. En las décadas siguientes, su fama creció de forma exponencial, estableciéndola como una de las artistas más influyentes del siglo XX.
Actualmente, la obra mejor pagada de Frida Kahlo es “Diego y yo” que realizó en 1949. La obra se subastó en 594 millones de pesos (aproximadamente 35 millones de dólares), convirtiéndose en la obra de una artista hispanoamericana más cara vendida en una subasta. Este precio récord subraya la importancia y el impacto duradero del trabajo de Kahlo en el mundo del arte.
Desafiando los estándares
Frida utilizó su voz y su obra para abordar temas sociales y políticos relevantes de su tiempo, especialmente en lo que respecta a los derechos de las mujeres, la justicia social y la identidad cultural.
Sus obras no estaban asociadas exclusivamente a la feminidad de la mujer y su apariencia, si no que abordaba más allá de lo que ella sentía y vivía. Exploraba temas como la opresión de género, la lucha de clases, la injusticia y la lucha por la igualdad. Desafió los estándares de su época al abordar temas tabúes en sus lienzos, como el cuerpo, la sexualidad y sus experiencias personales, incluyendo sus abortos y su divorcio.
Además, la fuerza de Frida ha calado mucho más allá de sus lienzos, pues ha sido fuente de inspiración de grandes diseñadores actuales. Kahlo utilizaba trajes tradicionales mexicanos, como el traje de Tehuana como un fuerte mensaje político y activista que también reflejaba en sus obras.
La vida y el legado artístico de Frida Kahlo siguen siendo una poderosa fuente de inspiración para mujeres en todo el mundo, quienes ven en su ejemplo un llamado a la lucha por la igualdad y la justicia. Más allá de su impacto en el arte, el legado de Kahlo trasciende las fronteras como un ícono del feminismo y el activismo mexicano.