El derecho a una educación pública, el derecho a la nacionalidad, el derecho a la libertad de convicciones éticas y religión… ¿Sabes qué tienen en común todos estos derechos? Todos ellos se enmarcan en el derecho positivo de un país. Pero, ¿qué es el derecho positivo? ¿En qué consiste esta rama del derecho y cuáles son los subtipos del derecho positivo? En este artículo, te contamos todo lo que debes saber sobre una de las especialidades jurídicas más interesantes.
¡Vamos allá!
¿Qué es el derecho positivo?
Como sabes, existen numerosas ramas del derecho que nos permiten diversificar una de las ciencias más amplias -y relevantes- que existen. Las tres ramas principales son el derecho privado, el derecho público y el derecho social. Dentro de ellas, volvemos a encontrarnos con otras ramas, como el derecho mercantil, el derecho administrativo, el derecho civil o el derecho fiscal y tributario. Pero, en este artículo, no queremos explicarte cuáles son ni en qué consisten estas ramas, sino que queremos hacer hincapié en una de las menos conocidas y, al mismo tiempo, más importantes: el derecho positivo.
El derecho positivo es un conjunto de normas jurídicas establecidas por el poder legislativo de un país. Dicho de otro modo, son todas aquellas normas jurídicas que son escritas por la función legislativa. Y no hacemos referencia únicamente a leyes, sino también a decretos, reglamentos, etc. ¡Todo lo que concierne a la soberanía de un país!
El derecho positivo está constituido por normas que han sido escritas y aprobadas de manera soberana, y se diferencian de las normas del derecho natural, que son aquellas inherentes al ser humano. Además, las normas del derecho positivo tienen validez en un determinado territorio y durante un tiempo preestablecido.
De manera general, el derecho positivo está formado por normas que regulan la vida de los habitantes de un país, sus conductas; las acciones que pueden realizar las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado; o las libertades privadas de los habitantes de un territorio, entre otros. Por lo tanto, el derecho positivo de un país será distinto al de otra nación, puesto que recoge las normas válidas en un territorio concreto. Además, el derecho positivo está influenciado por la religión, las costumbres, la historia o la economía, por lo que puede variar significativamente.
Derecho positivista
Una duda habitual en torno al derecho positivo es si es sinónimo del derecho positivista. La respuesta más rápida es que no. ¡Te explicamos por qué a continuación!
Por un lado, como hemos adelantado, el derecho positivo se compone de todas aquellas normas que regulan la vida de un país y que son dictadas por el poder legislativo de este. Por otro lado, el derecho positivista es una corriente filosófica que defiende que las normas jurídicas deben aplicarse únicamente si están escritas, dejando a un lado todas las consideraciones morales, éticas o ideológicas de la tradición de un país.
Así, derecho positivo y derecho positivista no son sinónimos, aunque sí están relacionados. Según esta perspectiva, el derecho positivo es la única fuente legítima de normas jurídicas, y su validez no depende de su conformidad con principios éticos o naturales. Sin embargo, de forma habitual, el derecho positivo se conforma de normas escritas, pero también puede hacerlo de todas aquellas normativas que derivan de la tradición cultural de una región.
En conclusión, los positivistas jurídicos argumentan que la aplicación e interpretación del derecho deben basarse en criterios objetivos y verificables, como el texto de la ley.
Vigencia de las normas del derecho positivo
Ya conoces qué es el derecho positivo y en qué consisten, más o menos, sus normas. ¿Pero, en la vida real, las normas del derecho positivo están vigentes y son efectivas? ¡Respondemos!
Cuando hablamos de la vigencia de una norma del derecho, nos referimos a si esta es válida, eficaz y aplicable en un momento concreto del país al que pertenece. Asimismo, si no ha sido derogada por normas posteriores de la región, por lo que continúa siendo aplicable y exigible.
De manera habitual, para que una norma sea válida y obligatoria -es decir, vigente-, debe cumplir con ciertos requisitos establecidos por el sistema jurídico. Algunos de los más comunes son:
- Ha sido dictada por un órgano competente.
- Ha sido dictada según el procedimiento adecuado para ello.
- Se encuentra en conformidad con la Constitución del país.
- Ha sido publicada de manera adecuada, en los medios adecuados y para conocimiento de todos los ciudadanos del país.
Si cumple estos requisitos, cualquier norma del derecho positiva será vigente en el país para la que ha sido promulgada. Así, la vigencia de las normas del derecho positivo implica que todas las personas están obligadas a cumplirlas y respetarlas, y que las autoridades tienen la facultad y el deber de hacerlas cumplir.
Iniciativa legislativa
Otro término importante dentro del derecho positivo es el de la iniciativa legislativa. ¿Sabes qué significa y qué implica? Te lo explicamos a continuación.
La iniciativa legislativa es el proceso mediante el cual se propone y elabora una nueva norma jurídica para su consideración y aprobación por parte del órgano legislativo competente de un país. En otras palabras: los pasos necesarios que un país debe dar para crear una ley u otra normativa antes de que esta sea aprobada por el órgano legislativo.
De forma general, y en la mayoría de los sistemas jurídicos, la iniciativa legislativa puede ser ejercida por diferentes actores, como el poder ejecutivo, el legislativo o los partidos políticos. ¡Incluso por la ciudadanía! Por ejemplo, en el caso de España, la iniciativa legislativa corresponde al Gobierno central, al Congreso y al Senado. Por su parte, en México, corresponde al Ejecutivo, así como a las Cámaras del Congreso. En este país, los pasos que conforman la iniciativa legislativa son: iniciativa, discusión, aprobación, sanción, publicación e iniciación de vigencia.
El ejercicio de la iniciativa legislativa es sinónimo de democracia y de igualdad en un país, así como del correcto funcionamiento del derecho positivo. Además, la iniciativa legislativa resulta primordial para conseguir un sistema jurídico actualizado y afín a las tendencias y cambios de la vida moderna. De esta forma, se logra la actualización y adaptación de la normativa a las necesidades y demandas cambiantes de la sociedad.
Derecho positivo o derecho natural
¿Derecho positivo y derecho natural? ¿Qué tiene que ver el uno con el otro? ¿Son lo mismo o son opuestos? Sin duda, una cuestión que ha generado un debate histórico entre juristas y otros actores del panorama judicial y normativo es la relación que existe entre el derecho positivo y el derecho natural.
Antes de nada, debes saber que el derecho natural es aquel que se basa en que existen derechos y valores fundamentales que son inherentes a la naturaleza humana, es decir, que te pertenecen por el mero hecho de ser persona, y que deben ser reconocidos y respetados por cualquier sistema jurídico, independientemente del país, religión, costumbres, etc.
Entre los principales derechos que contempla el derecho natural, podemos encontrar el derecho a la vida y a la libertad; el derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica; el derecho a circular libremente; el derecho a la propiedad o el derecho al trabajo, entre otros. Como ves, son “normas” que deberían corresponder a cualquier ser humano, de forma independiente a su condición y a lo que dicta su gobierno.
Para algunos teóricos, el derecho positivo es suficiente para regular la vida en sociedad y resolver los posibles conflictos; mientras que, para otros, el derecho natural es también imprescindible, puesto que sirve como un estándar moral y ético que debería estar presente en todas las naciones, independientemente de sus gobiernos y gobernantes.
Y ahora que has llegado hasta aquí: ¿eres capaz de reconocer las principales normas del derecho positivo en tu país? Recuerda que se trata de un elemento central en el sistema jurídico de cualquier nación. Su vigencia y aplicación son fundamentales para garantizar el orden, la justicia y el respeto de los derechos y obligaciones de los ciudadanos.
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