¿Conoces ese dicho que afirma que “compartir es vivir”? Poner en común lo que uno tiene y ayudar a los demás a conseguir sus propias metas es, sin duda, una de las cosas más gratificantes en la vida. Por eso, el aprendizaje cooperativo ha surgido como un pilar fundamental en el desarrollo y aprendizaje de muchos niños/as. Pero, ¿qué es el aprendizaje cooperativo y cuáles son sus ventajas principales?
El aprendizaje cooperativo es un método pedagógico que busca la interacción y socialización entre los estudiantes para alcanzar objetivos de aprendizaje comunes. Es decir, invita al alumnado a trabajar conjuntamente, aportando cada uno su granito de arena, para alcanzar metas de aprendizaje comunes.
Una de las partes más positivas del aprendizaje cooperativo es que, en lugar de competir entre sí, los alumnos/as se apoyan los unos a los otros, trabajan juntos en grupos pequeños para lograr metas compartidas y fomentan así el desarrollo de habilidades sociales, cognitivas y emocionales.
Si quieres conocer más acerca del aprendizaje cooperativo en el sistema educativo actual, te invitamos a continuar leyendo este post. ¡No puedes perderte nada!
¿Cuáles son los componentes básicos del aprendizaje cooperativo?
Para comprender mejor qué es el aprendizaje cooperativo, debes conocer sus componentes básicos o ingredientes; es decir, aquello que está presente en este método pedagógico y que, sin ellos, no sería posible. ¡Te los mostramos a continuación!
El primer ingrediente o componente básico es la interdependencia positiva entre los miembros del grupo de trabajo. Estos componentes de un mismo grupo dependen unos de otros para alcanzar el éxito académico y cumplir con sus objetivos. Sin embargo, se trata de una dependencia positiva, lo que fomenta la colaboración y el apoyo mutuo.
Aunque parezca algo contrario al punto anterior, otro de los componentes principales es la responsabilidad individual. Pese a que existe interdependencia, los miembros del grupo también deben exigirse de forma individual. En definitiva, dar lo mejor de sí mismos para beneficio común. Esto implica, además, cumplir con las tareas y tiempos individuales para alcanzar los objetivos del grupo.
Por otro lado, la interacción y socialización entre los miembros del grupo es crucial para que el trabajo se realice en tiempo y forma. Esto implica que se compartan ideas, se resuelvan problemas y conflictos entre todos y se tomen decisiones conjuntas. Para todo ello, un ingrediente básico son las habilidades sociales necesarias. ¡El aprendizaje cooperativo implica que los miembros dispongan de habilidades sociales desarrolladas!
El último ingrediente imprescindible para que se dé el aprendizaje cooperativo es la evaluación o reflexión final en grupo. En definitiva, es necesario evaluar, tanto el desempeño individual como el grupal, lo que fomenta la responsabilidad y la reflexión sobre el proceso de aprendizaje.
Técnicas del aprendizaje cooperativo
El aprendizaje cooperativo puede ser muy útil y efectivo si se realiza correctamente. Sin embargo, si no se tienen en cuenta las técnicas correctas y los procesos más eficientes, es posible que apostar por el aprendizaje cooperativo conlleva una pérdida de tiempo y de recursos en el aula.
Por eso, a continuación, te mostramos algunas de las técnicas del aprendizaje cooperativo más útiles. ¡Veamos!
- Aprendizaje en parejas/equipos: Los estudiantes trabajan en parejas o en equipo de trabajo para resolver problemas, discutir conceptos o realizar actividades específicas.
- Turnos de conversación: De esta forma, todos los componentes del grupo pueden hablar en algún momento, pero también tienen la obligación de escuchar al resto del equipo.
- Jigsaw: Los alumnos se dividen en grupos pequeños y cada miembro del grupo se convierte en un experto en un tema específico. Luego, comparten sus conocimientos con el resto del grupo.
- Rotación del problema: Esta técnica consiste en que el docente plantea un problema a la clase, quien se divide en grupos de trabajo. El primer grupo debe comenzar trabajando sobre el problema y, cuando pase X tiempo, debe pasar el problema al siguiente grupo, quien también deberá trabajarlo desde donde lo dejó el grupo anterior.
- Aprendizaje basado en roles: Cada estudiante asume un rol específico dentro del grupo (por ejemplo, líder, investigador, escritor, etc.) y contribuye desde su área de especialización.
Estas son solo algunas técnicas del aprendizaje cooperativo, aunque existen muchas más. De hecho, ¡tantas como grupos o clases! Cada miembro puede presentar unas fortalezas y unas debilidades propias, por lo que, como docente, es fundamental que conozcas a tu alumnado y les propongas la forma de trabajar óptima para él.
¿Cuáles son los diferentes roles en el aprendizaje cooperativo?
En el aprendizaje cooperativo, no existe una única fórmula para el reparto de roles. De hecho, dependiendo de cada grupo y cada aula, y de las necesidades que tengan, los roles deberán ser unos u otros. No obstante, a continuación, te hablaremos acerca de los roles en el aprendizaje cooperativo más habituales.
- Portavoz: Es la persona que habla en nombre de todo el grupo cuando hay que “rendir cuentas” ante el profesor o ante otros grupos de trabajo. Normalmente, es una persona con habilidades de comunicación amplias.
- Facilitador: Ayuda a mantener el orden y la organización dentro del grupo, facilitando la comunicación y la colaboración entre los miembros. Esta figura podemos encontrarla tanto dentro del grupo como fuera (por ejemplo, un profesor).
- Evaluador o secretario: Se encarga de monitorear el progreso del grupo, anota las tareas que ya se han realizado, identifica áreas de mejora y apuesta por la retroalimentación entre los componentes.
- Investigador: Busca información relevante para la tarea asignada y la comparte con el grupo de manera clara y precisa.
Otros roles importantes pueden ser el del ayudante, el del controlador, el del crítico, etc. ¡Todo depende de la formación del grupo y de sus necesidades!
Ventajas del aprendizaje cooperativo
El aprendizaje cooperativo ofrece una serie de beneficios tanto para los estudiantes como para los docentes. Aunque también puede presentar algunos inconvenientes o desafíos si no se aplica correctamente. A continuación, te mostramos algunas de sus ventajas más destacadas:
- Desarrollo de habilidades sociales: El alumnado aprende a trabajar en equipo, a comunicarse de manera efectiva y a resolver conflictos de manera constructiva. Aprende a respetar al de al lado, valorando su opinión y no invalidando sus emociones.
- Contribuye a la participación activa del alumnado: Seguro que, en muchas clases, has percibido que existen estudiantes que participan mucho más que otros. El aprendizaje cooperativo fomenta que todos los alumnos contribuyan por igual.
- Mejora del rendimiento académico: La colaboración entre iguales permite a los estudiantes compartir conocimientos, aclarar dudas y reforzar conceptos. Todo ello puede verse reflejado, posteriormente, en una mejora del rendimiento.
- Fomento del pensamiento crítico: El intercambio de ideas y perspectivas en grupos estimula el pensamiento crítico, la reflexión y la creatividad.
En definitiva, si eres docente y estás buscando una metodología que ayude a tu alumnado a dar lo mejor de sí mismo… ¡El aprendizaje cooperativo es para ti! Sin duda, se trata de una poderosa herramienta pedagógica que promueve la colaboración, el aprendizaje activo y el desarrollo integral de los estudiantes. ¿Qué esperas para comenzar tu formación como docente en esta y otras áreas similares? ¡Confía en UDAVINCI y especialízate!
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